La capital alemana tiene una gran historia que contar a sus visitantes.
Asolada durante la Segunda Guerra Mundial y dividida por el Muro durante 28 años, Berlín recupera su antiguo esplendor a pasos de gigante.
Los edificios de arquitectura moderna borran con grandes pinceladas el oscuro pasado de la ciudad, creando un ambiente especial donde lo clásico se mezcla con lo moderno y lo extravagante con lo cotidiano.